La Manada de Maverick y su Universo

Remington percibió el aroma de su pareja en las ropas de Hawk, cuando éste se cruzó con él en el Centro Comercial. Por días había esperado poder encontrarlo y lo halló luego de que el joven había comprado una dosis. Hawk había sospechado que fuera adicto y Remi terminó por confirmarlo cuando vio la transacción. Entonces lo siguió, trató de hacer contacto amablemente pero su pareja estaba demasiado interesado en llegar a su casa y volar con lo que había comprado. Su sorpresa fue enorme cuando al llegar al departamento, Remi lo estaba esperando. Luego de destruir toda posibilidad de que pudiera acceder a la droga que poseía, lo obligó a la tortuosa tarea de desintoxicación. La autora describe en detalle la lucha tanto del adicto como de quien se ha propuesto ayudarle, los síntomas, los dolores, los ruegos y el sufrimiento de ver a quien se aprecia en un estado tan triste y lamentable. Remi lleva a Drew a la Mansión Brac. Allí, junto al resto de la manada, se irán turnando para vigila

En este tercer libro aparecerá por primera vez uno de los dones de Maverick: sus sueños premonitorios. Éstos serán el puntapié inicial de muchas de las historias de amor de sus guerreros. Haciendo caso a uno de esos sueños, envía a su Beta, Dakota, a una ciudad lejana a Villa Brac, con el fin de encontrar una persona en particular. Para ello le brinda los datos de los lugares donde deberá investigar. Tarde a la noche, recorriendo las calles de esa ciudad, un jovencito se cruza en el camino de Dakota, ofreciendo su cuerpo para pasar un buen rato. Aunque el primer impulso es rechazarlo porque no está interesado en ese tipo de encuentros, el aroma del chico lo hace reconocerlo como su pareja predestinada y todo cambia para él. Contra sus principios compra el tiempo de su compañero para así sacarlo de las calles y poder conocerlo y por el momento llevarlo a su hotel. Al mejor estilo de "Mujer Bonita", el trato de una noche pasa a ser el tiempo que el Beta pase en la ciudad y qu

Johnny se hizo amigo de Cecil en el Centro Recreativo de la Villa Brac, cada viernes se encuentran para compartir un rato y hacer la actividad favorita de Johnny: collares hechos a mano, especialmente con cuentas de color rosa. Él ha sido diagnosticado como un muchacho de corto entendimiento y mentalidad infantil. Cuando un viernes Cecil no llega a su encuentro semanal, Johnny sobredimensiona la ausencia de su amigo creyendo que lo ha abandonado, que él hizo algo para que no viniera, sufriendo una crisis nerviosa y por eso es llevado al hospital. Como Cecil está totalmente imposibilitado para ir a verlo, en su reemplazo van a chequearlo Tank (el lobo centinela asignado usualmente a Cecil) y Hawk, el comandante de la manada. Cuando llegan, Johnny está sentado afuera del hospital pensando cómo volver a su casa. A Hawk le toma sólo un parpadeo para quedar totalmente omnubilado por la belleza de Johnny. Nunca se imaginó que el "pequeño" amigo de Cecil fuera en realidad un joven